viernes, 23 de octubre de 2009

Niza


Cuadros que esconden fotos

Extraído de Elpais.com 



El Centre de El Carme de Valencia refleja 'La huella de la fotografía en la nueva pintura realista' a lo largo de cuatro décadas

FEDERICO SIMÓN - Valencia - 23/10/2009



Una obra de Juan Genovés pintada en 1976, El abrazo, resume perfectamente el espíritu de la espectacular exposición La huella de la fotografía en la nueva pintura realista. La aportación valenciana (1963-2005), que ayer se inauguró en el Centre de El Carme de Valencia. Resume una época, en la que hubo una reacción artística frente al informalismo imperante para volver los pinceles hacia la figuración. Resume también cómo esa figuración, en el caso de los artistas valencianos, estuvo muy influenciada por elpop art, y a su vez con una indisimulada vocación política y social. No en vano se expone en el Reina Sofía de Madrid como icono de la transición. Y sobre todo resume la poderosa influencia de la fotografía en una corriente que en principio la "convierte en un material documental pero paulatinamente la usa como el propio soporte técnico", en palabras de la comisaria Felisa Martínez.




La muestra recoge obras a lo largo de cuatro décadas de 26 artistas, entre los que destacan Artur Heras, Antoni Miró, Equipo Crónica, Anzo, Equipo Realidad, Manuel Boix, Horacio Silva o Adrià Pina. Y en su recorrido, casi cronológico, concluye con las espectaculares obras de Carolina Ferrer, Javier Garcerá o Soledad Sevilla, culminadas apenas el año pasado.
"Todos los artistas están entre los mejores exponentes del arte contemporáneo español", explicó ayer Martínez, que presentó la muestra junto a Felipe Garín, asesor científico del Consorcio de Museos de l como un paso lógico y de compromiso en aquellos años convulsos ya que "el componente social que refleja la España del momento necesita una expresión más directa".
Manifestaciones, crisis, matanzas, barricadas... quedan perpetuados en unas obras que hasta intentan reducir el protagonismo pictórico: "La huella del pincel no existe". La comisaria muestra en su recorrido cómo los artistas comienzan usando las imágenes como simples bocetos, luego las manipulan pictóricamente para finalmente hacerlo con las herramientas informáticas. Formatos, tamaños y técnicas distintas, pero todas las obras abrazan el reflejo escondido de una fotografía.a Comunidad Valenciana. Garín argumentó la incorporación de la fotografía en las primeras obras

jueves, 22 de octubre de 2009

Niza


miércoles, 21 de octubre de 2009

Boda en niza


domingo, 18 de octubre de 2009

en familia


Isla de la Reunión, Áfrika

Niza


"La fotografía no es verdad"

ENTREVISTA A MARTA GILI
Crítica de arte. El próximo martes inaugura la mayor retrospectiva dedicada a Fellini en el Jeu de Paume, centro que también dirige
Extrañido de Público


ISABEL REPISO - Madrid - 18/10/2009 08:00




Ante los ojos de Marta Gili han desfilado maestros de la agencia Magnum, como Miguel Riobranco, y observadores perpetuos de EEUU como Robert Frank. Esta catalana es una mujer con poder, porque tiene voz y voto en los premios que marcan la agenda (desde París Photo a PhotoEspaña y FotoPres), y porque desde su despacho parisino de la Place de la Concorde dirige el Centro de Artes Visuales más importante de Francia, el Jeu de Paume, que desde el próximo martes dedica una exposición a Federico FelliniLa grande Parade.









¿Cuál es la vigencia de Fellini?
Fue un artista visionario. Se inspiraba en los medios de comunicación o en historias que le contaban para realizar escenas emblemáticas de la historia del cine. La de Anita Ekberg en la Fontana de Trevi, por ejemplo, le surgió de leer un suceso en la prensa. Su producción aborda temas como la obsesión por la mujer, la crítica a la televisión y a la cultura católica y decadente de los años cincuenta. De hecho, fue él quien bautizó a los paparazzi, a raíz del personaje que interpreta Marcello Mastroianni en La Dolce Vita (1960).
El Jeu de Paume dedica una muestra a la producción de Denise Colomb en Las Antillas.

Sí. Es un caso extraño, porque en Francia es una retratista muy conocida de la vida cultural de los setenta, pero su trabajo de las islas no se conocía.
Da la impresión de que Europa esté redescubriendo la fotografía de sus colonias, la del siglo XX.
Francia es un país que todavía no ha superado su época poscolonislista y que sufre cuando se habla de poscolonialismo, y esta es una de las razones. Francia también ha ayudado mucho a que la Bienal de Bamako tenga lugar. Sidibé, Keïta y Samuel Fosso han sido recuperados, exportados y difundidos por Francia.

¿Se percibe como una deuda?
Por un lado, sí.
Madrid contará con un Centro Nacional de Artes Visuales. Seguro que tiene una idea de lo que se espera de un centro así...
Son lugares que utópicamente deberían ser de intercambio del conocimiento. Creo que si un centro nacional tiene vocación de hacer un ensamblaje patrimonial, evidentemente puede tener una colección y sería ideal, porque colecciones públicas de fotografía existen en España, pero hay mucho por hacer todavía. Y hay mucho que construir a través del relato de la imagen en España, sobre todo habiendo tenido 40 años de relato totalitario de la imagen. Pero no creo solamente en una colección. Hay que trabajar también sobre lo contemporáneo.

¿Y la programación?
Tiene que ser variada y contar historias. Me interesa ampliar la forma de comprender la historia de la fotografía. La exposición de Lisette Model que ahora está en la Fundación Mapfre viajará al Jeu de Paume en 2010 y no será algo casual, porque en 2011 expondremos a Diane Airbus. Quien visite ambas verá una programación de idas y vueltas. De hecho estamos contando una historia.

La desaparición de las revistas ilustradas ha hecho que la fotografía vire hacia otras vitrinas, como las ferias de arte. ¿Qué efectos tendrá este cambio?
El fotoperiodismo está en crisis de la misma manera en que lo está la prensa escrita cotidiana. Estamos en un momento en el que el narrar historias ha encontrado otros métodos para hacerlo. Me da la sensación de que el fotoperiodismo no va a morir, pero sin duda se va a transformar.

¿Es posible que el fotoperiodismo acabe en las galerías de arte?
No lo creo. Lo que se va a las galerías es esta necesidad de contar historias, de sentirse narrado. La fotografía documental ha entrado poco a poco en las galerías en los últimos 15 años, la narración, la seriación. Ha sido un modelo para buscar una salida a la cantidad de historias que hay por ahí.
¿Qué rol juega la privatización de espacios en los centros de arte?
Es importante, pero no lo hacemos tan a menudo como desearíamos.
Por ciero, ¿ha cambiado Internet la manera de mirar?
Claro, los usuarios se están adelantando a las instituciones culturales, que tendemos a ralentizarlo todo. Internet ha cambiado la manera de conectarnos entre nosotros, de compartir y de intercambiar imágenes. También ha cambiado la manera de difundir y de producir las imágenes.

¿Cuáles son las consecuencias?
El otro día hablaba con el director del World Press Photo y me decía que están buscando nuevas fórmulas para ver cómo los jóvenes fotógrafos trabajan y de qué manera se pueden producir, dar visibilidad y difundir estos trabajos de una manera que no sea la tradicional. Antes muchos de los fotógrafos trabajaban sólo para libros o publicaciones, y esta ha sido la última generación que se ha dedicado más a los libros o a las publicaciones que a los diarios o las revistas. Internet va a jugar un papel importante en esto. Y después hay una cosa vital, que los nuevos hacedores de imágenes y los jóvenes han comprendido de una vez lo que a mí generación todavía le cuesta: que la fotografía no es verdad. La fotografía es una construcción de la realidad y hay tantas verdades como construcciones que hacemos cada uno de nosotros.
¿El predominio de lo visual amenaza con atrofiarnos?
¡Seguro! Estamos en una sociedad eminentemente visual, lo cual no quiere decir que tengamos que dejar de lado el pensamiento y la palabra. De hecho, cualquier imagen debe provocar palabras, aunque sea pensamientos con uno mismo. Si no lo hace, para mí esta imagen no sirve de mucho

jueves, 15 de octubre de 2009

Marta Bertola Casanova


Monsaraz, Portugal



El MuVIM combina fotografía y compromiso social en sus nuevas exposiciones

Extraído de Unión-Web


Las exposiciones presentadas son: “Gerardo Vielba 1921-1992. Retratos con Aire y Tiempo” y “Deseos. Promesas. Realidades. 8 objetivos para el desarrollo”


Union-Web/Valencia




El diputado de Cultura de la Diputación de Valencia, Salvador Enguix, ha presentado las nuevas propuestas expositivas del Museu Valencià de la Il.lustració i de la Modernitat (MuVIM): “Gerardo Vielba 1921-1992. Retratos con Aire y Tiempo” y “Deseos. Promesas. Realidades. 8 objetivos para el desarrollo”.
A la presentación también han asistido el director del MuVIM, Romà de la Calle; Mónica Carabias, comisaria de la exposición de "Gerardo Vielba 1921-1992. Retratos con aire y tiempo”; Ismael Quintanilla, de la Fundación para la Justicia, y José Luis Pérez, comisario de “Deseos, promesas, realidades: ocho objetivos para el desarrollo”.
En su intervención el diputado ha señalado que la retrospectiva de Vielba acerca la mejor obra del fotógrafo madrileño y presenta casi un centenar de fotografías que combinan retrato y ciudad “filtrados en el objetivo de su mirada fotográfica”.
Enguix también ha comentado que el proyecto “Deseos. Promesas. Realidades. 8 objetivos para el desarrollo” es un claro ejemplo de la apuesta de la Diputación de Valencia por la colaboración institucional para acercar a los ciudadanos una oferta cultural de calidad.
Por su parte, Romà de la Calle ha anunciado que el MuVIM está preparando un homenaje, junto a la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana (ADCV), en honor a Paco Bascuñán “uno de los principales colaboradores del museo en estos años de renovación” y cuyo último trabajo es precisamente el diseño gráfico de la exposición de Vielba.


Retratos con aire y tiempo


El MuVIM expone en su nueva propuesta un total de 87 obras del fotógrafo madrileño. “El conjunto de imágenes que componen esta retrospectiva comparten con el espectador la complicidad que el artista experimenta al encontrar tras el visor la verdadera esencia del instante”, ha destacado la comisaria, Mónica Carabias, quien ha calificado a Vielba como un fotógrafo “discreto, excelente, cuya obra es plural, autónoma, siempre independiente y salida del corazón y de la sinceridad”.
La retrospectiva dedicada a Gerardo Vielba podrá contemplarse en el MuVIM hasta el próximo 6 de diciembre de 2009.

Deseos. Promesas. Realidades. 8 objetivos para el desarrollo.


Esta exposición pretende contribuir a dar visibilidad a problemas detectados por la ONU y resaltar especialmente los 8 objetivos de desarrollo del milenio para acercar a la opinión pública una nueva lectura desde el arte.
Está organizada por la Fundación para Justicia bajo el patrocinio de la Conselleria de Inmigración y Ciudadanía de la Generalitat Valenciana y la colaboración de la Diputación de Valencia a través del MuVIM, y presenta los trabajos de Salvi Vivancos, Jesús Jaime Mota, Pepa López Poquet, Silvia Sempere, Silvia Molinero, Manit Sriwanichpoom, Paco Roca, y Gema Hoyas.
La exposición, comisariada por José Luis Pérez Pont, estará expuesta en la Sala Alta del MuVIM hasta el 7 de febrero de 2010. Según ha explicado el comisario habrá dos periodos expositivos para mostrar la obra de los ocho artistas cuyo ecuador será el 3 de diciembre.

miércoles, 14 de octubre de 2009

nude


Estudios Delta
Workshop desnudo con José Manchado

Monsaraz, Portugal


Las siete vidas de la fotografia

Extraído Publico.es

El hallazgo del archivo de un fotógrafo amateur, Vicente Nieto Canedo, desvela imágenes de la Guerra Civil y participa en la labor colectiva por la memoria histórica


ESTER CATOIRA - MADRID - 13/10/2009 08:05





A partir de 1955, el nombre del fotógrafo aparecía en todas partes. Había ganado premios, participado en exposiciones colectivas y firmado numerosos artículos del boletín mensual para los socios con el que la Real Sociedad Fotográfica (RSF) daba cuenta puntual de sus actividades. En 1963, sin embargo, desapareció sin dejar rastro. Al final, Francisco Vicent Galdón, miembro de la Asociación Nacional e Internacional de Críticos de Arte, decidió llamarle por teléfono. Le pidió ver sus fotografías. Quedaron. Y al final le dijo: "Oye, ¿por qué no hacemos una exposición?".
La realizada en 2002 en la Agrupación Fotográfica de Guadalajara a iniciativa de Galdón fue la primera individual de Vicente Nieto Canedo, el más veterano de una estirpe de fotógrafos amateur que germinó al calor de la RSF de Madrid a mediados de los años cincuenta del siglo pasado. Su última exposición la cuarta, después de que la RSF se decidiera por fin a saldar la deuda contraída con su legado en 2005 y 2006 tuvo lugar el pasado mes de febrero en Ponferrada, su ciudad natal, organizada por el Instituto de Estudios Bercianos en colaboración con Pedro Taracena, Vicente Tofiño ambos miembros de la RSF y Marcos López. Vicente estaba exultante: "¡El orgullo que siento al haber hecho una exposición en mi tierra, a los 96 años!". Nacido en 1913 en el número 14 de la Plaza de la Encina, donde su padre tenía un estanco, hacía más de cinco décadas que no pisaba sus calles.

Con 15 años viajó a Madrid, donde se instaló en casa de su hermana mayor y su cuñado. Una visita furtiva a los almacenes Sepu se saldó con la adquisición, por la pequeña fortuna de 13 pesetas, de una Kodak Baby Brownie de baquelita que tenía por visor un minúsculo recuadro de hojalata. Fue ella quien le acompañó, años más tarde, a la retaguardia durante la Guerra Civil. Él era taquígrafo. En Santa María de la Alameda, a 71 kilómetros de Madrid, la modesta Brownie se convirtió en su orgullo y en la principal atracción de sus compañeros de brigada. Su sobrina era la encargada de hacer de enlace entre la zona y la capital, consiguiendo, quién sabe cómo en esa época de escasez, copias que se repartían entre ellos como los triunfos de una baraja.

Sensibilidad política

Que su archivo de negativos se conserve es un milagro. Como apunta el fotógrafo Valentín Vallhonrat, los documentos de esa época "lo tenían todo en su contra: la sensibilidad social, cultural, económica y en la posguerra, sobre todo, la sensibilidad política". Vallhonrat conoce bien el tema. Junto a Rafael Levenfeld lleva años esforzándose en la recuperación de diferentes colecciones y legados, reunidos en el Fondo Fotográfico de la Universidad de Navarra inaugurado en 1990 como Legado Ortiz-Echagüe para el que ambos ejercen como asesores técnicos.

Vallronrat y Levenfeld son también los responsables del rescate del archivo más impresionante de los últimos años: el del fotógrafo de prensa Luis Ramón Marín (1844-1944), cuya familia primero su mujer y después su hija conservó 18.000 negativos, 15.000 de ellos placas de cristal, sobre los cuales pudo llevarse a cabo un modélico trabajo de limpieza, recuperación, estudio y posterior análisis que volvió a poner en circulación la identidad artística y personal del fotógrafo.
Del archivo de Vicente Nieto Canedo se ocupa actualmente el fotógrafo leonés Amando Casado, a la espera de su futura custodia por parte de una institución que se encargue de su correcta conservación y catalogación. Hace unos años, Casado descubrió también, y por casualidad, la obra de otro fotógrafo amateur: Bernardo Alonso Villarejo (Bembibre, 1906-1998), un enamorado del claroscuro cuyo fondo consta de unos 3.000 negativos realizados fundamentalmente entre 1952 y 1959, ahora en manos del Instituto Leonés de Cultura.
El azar y el entusiasmo de fotógrafos o colectivos de fotógrafos ha sido, según el comisario Alejandro Castellote, "el motor de buena parte de la recuperación del legado de fotógrafos anónimos u olvidados, sobre todo a partir de los años setenta". Los archivos de la Guerra Civil suelen ser los más delicados. Muchos se han perdido, víctimas también ellos de los bombardeos, el miedo a las represalias o el descuido de sus herederos. Y por el escaso valor que las instituciones han dado a la fotografía. Castellote sitúa el cambio de mentalidad en los años noventa: "Ya en los setenta se registran algunas iniciativas, pero es a finales del siglo XX y en lo que llevamos de siglo XXI, cuando el respeto por nuestro patrimonio fotográfico se ha ido haciendo más evidente". Un cambio que él atribuye al mayor desarrollo de nuestra sociedad.

Conservación vs. visibilidad

Tanto si se trata de un archivo iconográfico sus fondos no son arte, sino sólo documento, como los conservados en la Biblioteca Nacional o el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid como de un archivo de autor, o autores, lo más importante es la conservación de los negativos, siempre bajo la amenaza del cubo de la basura. "Gracias a la conservación es posible la consulta. Luego, con el tiempo, lo natural es desarrollar una política que haga visible su contenido", señala Alejandro Castellote.

El proceso tiene en sí múltiples niveles, todos válidos. Cada recuperación es crucial: "Una pequeña exposición, el rescate de un proyecto por parte de una agrupación, la escritura de un artículo acerca del tema es tan importante como que todo eso lo lleve a cabo un gran gestor cultural que lo ponga en un nivel de discurso enorme". En esto Vallhonrat desconfía de la tiranía del espectáculo de masas: "Una exposición no es la recuperación de un archivo, sino la proyección de una estructura conceptual. Para mí, lo fundamental es la recuperación funcional". Esto es: limpiar los negativos, ordenarlos conforme a su funcionalidad original y que el archivo pueda recorrerse. Un proceso muy costoso y más aún cuando en España se nos ha acumulado tanto trabajo.
Al final, está el fotógrafo. "El caso de Marín, por ejemplo, no supone sólo la aparición de un archivo, sino la aparición de un autor", aclara Vallhonrat. Tanto para él como para Alejandro Castellote, tan autores son los fotógrafos profesionales como los anónimos o no profesionales. Ambos comparten las mismas inquietudes: "La formulación personal de un discurso, el esfuerzo por generar un reflejo de la realidad y la construcción de un lenguaje". Castellote, por su parte, se declara un firme partidario de "la fotografía privada, amateur. No sólo documenta un periodo histórico del cual no existe mucha información, sino que, al no estar sometida a intereses y sí a la memoria familiar, muestra un rostro muy distinto al de las imágenes oficiales".
Es el caso de Vicente Nieto Canedo, quien, sin pretenderlo, da una impecable definición del espíritu del archivo: "Yo creía que mis fotos no tenían importancia, que no valían. Y ya ves. Era cuestión de revelarlas, de recogerlas, de ponerlas juntas".

Vicente Nieto Canedo, Ponferrada, 1913

Sus primeras fotos eran trozos de película rescatadas de la basura y reveladas al sol sobre papel sensible.
Su primera cámara fue una Kodak Baby Brownie de baquelita sin ningún tipo de ajuste: sólo permitía apretar el disparador. Al principio, ni siquiera sabía lo que era un trípode. Cuando lo necesitaba, apoyaba la cámara en el respaldo de una silla.
En marzo de 1955 ingresó en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid al obtener el primer accésit en el primer Concurso de Noveles. Se enteró de la existencia de la Real Sociedad Fotográfica (RSF) a través de la revista ‘Arte Fotográfico’.
De 1956 a 1963 se encargó del Boletín mensual, encubriendo sus muchas colaboraciones bajo cinco o seis seudónimos.
Muchas de sus fotografías de los años cincuenta y sesenta las realizó en las excursiones organizadas por la RSF a pueblos cercanos a la capital, como Pedro Bernardo.
Fundó el colectivo La Colmena con Rafael Sanz Lobato, Sigfrido de Guzmán y Serapio Carreño, entre otros.
En 1963 abandonó definitivamente la fotografía. Hasta su exposición en 2002, su obra estuvo guardada en cajas de cartón.







Salamanca - Hora de la siesta


martes, 13 de octubre de 2009

lunes, 12 de octubre de 2009

Marta Bertola Casanova



Modelo: Marta Bertola Casanova; Estudios Delta, Tortosa Workshop retrato con Sergio Sarnicola

Esculpir la luz

extraído del correodigital


Chema Madoz, Premio Nacional de Fotografía, sorprende con sus obras llenas de dobles lecturas en la galería bilbaína Photo Gallery 20




12.10.09 - 




Tú'. La palabra apremia con sus formas metálicas. En vez de tilde un estilete hiere la vocal. El observador se siente aludido. «¿Yo?», se interroga; y al lado una 'y' griega con forma de tirachinas le responde: una broma macabra a su ego inflado. Así son las 16 fotografías de Chema Madoz (Madrid, 1958), Premio Nacional de Fotografía en 2000, que hasta el próximo 4 de diciembre podrán verse en la galería Photo Gallery 20, situada en la calle Juan de Ajuriaguerra, ese espacio del Ensanche que se ha convertido poco a poco en el particular barrio West Chelsea de Manhattan a la vasca, el lugar donde más galerías de arte se concentran en todo Euskadi.
La muestra es una vieja aspiración de Javier Gimeno, el expositor, que sigue los pasos del creador madrileño. «Muchas de las piezas estuvieron hace cinco años colgadas en la Fundación Telefónica, y al verlas entonces pensé que me gustaría tenerlas en una galería».
La intervención de la también Premio Nacional Ouka Leele fue fundamental para convencer a Madoz de la solvencia e interés de una joven galería que ya se ha abierto un hueco en la exposición fotográfica contemporánea.
La muestra que se exhibe durante estos días ha huido de los trabajos más reconocibles del autor para centrarse en aquellas obras recientes que permitan presentar en Bilbao a uno de los buque insignia del arte contemporáneo. Sus objetos retratados en blanco y negro esconden espacios y dobles lecturas que sorprenden al espectador y juegan con él.
Para la fértil imaginación de Madoz, un rodillo de pintura puede pintar un texto y un monedero convertirse en un guante de caballero que reposa sobre una mesa. Su trabajo parte de las ideas para, con paciencia de artesano, conseguir reproducciones que conmuevan la inteligencia del que mira.
Y no es exagerado hablar de artesanía. La manera de trabajar del fotógrafo guarda relación con aquella famosa anécdota que relataba el proceso creativo que desarrolló Miguel Ángel para esculpir el 'David': encargado el cometido por la Opera del Duomo de Florencia, el genio de Caprese pasó meses observando el bloque de mármol; cuando alguien le preguntó qué hacía, este contestó «trabajar».

Diseño e ingeniería
Salvando las distancias, Chema Madoz no crea 500 fotografías al año como otros artistas. Lo suyo son los acabados exquisitos, la atención personalizada a los procesos de revelado y positivado. Sus trabajos son auténticas esculturas que luego él fotografía y donde la composición e incluso el esfuerzo de diseño e ingeniería destacan.
En la muestra que se puede ver en Bilbao, la obra 'Partitura/pinzas' es un buen ejemplo de su hacer de menestral: cada una de las notas arañadas por esa pinza de manicura que interrumpe un papel pautado han sido modeladas en su taller para ser después fotografiadas. Los que admiran su trabajo dicen que esa dedicación «se nota». Hasta los marcos llevan su firma, diseñados y montados por el propio artista.
Gimeno reflexiona que el trabajo fotográfico de Madoz tiene más relación con la 'poesía visual'. «Él cuenta historias. Si fuese escritor lo que haría sería escribir poesía». Ese sumidero de alcantarilla donde ordenados se secan unos platos parece darle la razón y, sobre todo, 'Libro/mirilla', una toma donde en un tomo cerrado de rugosa textura se abre un punto de luz blanca. La gente que acude a la muestra se asoman para ver qué encuentran al otro lado. Otro mundo.
Lo que está ausente en su obra desde que dejó su nómina fija en un banco en 1985 es el retrato. En su concepción «arriesgada» y «espectacular» del arte no hay sitio para las personas, sólo para las huellas que estas dejan al vivir y para los objetos cotidianos en blanco y negro que desprecian sin saber ver los secretos y las historias que guardan dentro.
La galería que lo expone está convencida de que este autor importante «va a servir para que en Bilbao se empiece a entender que la fotografía es un arte muy válido y muy pleno». Ayudará a ello, sin duda, el particular mundo poético envolvente y agradable de Madoz. Un lugar sin arcoiris donde hasta las piedras trazan signos de admiración ante tanta sorpresa contenida sobre papel baritado.

jueves, 8 de octubre de 2009

Marsella


Santo


.

Fallece a los 92 años el conocido fotógrafo de moda Irving Penn

Por Agencia EFE




Nueva York, 8 oct (EFE).- El estadounidense Irving Penn, uno de los fotógrafos de moda más influyentes y cuyo nombre estuvo ligado mucho tiempo a la revista Vogue, falleció ayer en su casa de Nueva York a los 92 años, informó el New York Times en su edición digital.
Casado durante 42 años con la modelo Lisa Fonssagrives, Penn comenzó su carrera en la década de los 40 como fotógrafo de moda de esa conocida revista y desde entonces ha retratado a múltiples personajes famosos, desde el escritor T.S. Elliot, hasta los pintores españoles Pablo Picasso, Joan Miró y Salvador Dalí.
Además, entre otros muchos, caras tan conocidas como Arthur Miller, Tennessee Williams, Woody Allen, Ingmar Bergman o Janis Joplin posaron para Penn a lo largo de su prolífica carrera fotográfica, en la que destacan también las instantáneas en las que capturó la esencia cultural de Nueva York en la época de la postguerra.


Durante su larga carrera profesional, Penn trabajó en las revistas de moda más prestigiosas de Estados Unidos y se hizo especialmente conocido, porque muchas de sus fotografías acabaron en prestigiosos museos y galerías de todo el mundo, e incluso han protagonizado selectas subastas.
Irving Penn, quien vivía hasta ahora en Manhattan, nació en Plainfield, en el vecino estado de Nueva Jersey, en 1917 y tomó su primera fotografía en color para la portada de Vogue del 1 de octubre de 1943.
Sus composiciones, según los expertos, contribuyeron de manera definitiva a la imagen de ese medio, además de imponer un estilo de fotografiar en estudio que creó escuela.
En 1947 empezó a fotografiar sentados y en espacios minimalistas a artistas como Dalí, una personalidad habituada a tener el control de su imagen.


Un año después, Penn construyó en su estudio un pequeño espacio de paredes móviles que utilizaba para dar un ambiente más intimista a sus retratos en blanco y negro, y allí captó la personalidad de Truman Capote, Marcel Duchamp o Georgia O'Keeffe.
Sus retratos de una década después muestran una evolución en su estilo, acercándose más al personaje para acentuar su personalidad, y a menudo fotografió en un plano corto, en el que todo el espacio se llena con un rostro.
Precisamente, uno de esos famosos retratos es la instantánea que Penn tomó de Picasso en 1957 en Cannes (Francia), en la que se ve su rostro ladeado entre sombras, con sombrero y embozado en su abrigo, centrando la intensa mirada de uno de los ojos del artista.





autorretrato


Rovinj, Croacia


miércoles, 7 de octubre de 2009

Cámara Fotográfica Digital Con Software de Código Abierto

extraído de amazings


Un equipo de expertos en fotografía de la Universidad de Stanford está iniciando una revolución en la fotografía digital con la introducción de una cámara digital con software de código abierto, lo cual dará la oportunidad a programadores de todo el mundo de crear programas informáticos que enseñen a las cámaras nuevos trucos.





Si esta tecnología fructifica, las cámaras ya no estarán limitadas a los presets del software que viene preinstalado por los fabricantes. Virtualmente, todos los parámetros de control de la cámara de Stanford (enfoque, exposición, velocidad del disparador, flash, etc.) son gobernables mediante software, lo que los pone al servicio de cualquier programador inspirado.





Andrew Adams, quien ayudó a diseñar el prototipo de la cámara de Stanford, apodada Frankencamera (Frankencámara), imagina un futuro en el cual los consumidores descarguen aplicaciones en sus cámaras de un modo comparable a como se descargan las aplicaciones de Apple en los iPhones modernos. Cuando se publique el software operativo de la cámara, quizás dentro de un año, los usuarios serán capaces de mejorarlo continuamente, siguiendo el modelo de código abierto del sistema operativo Linux para ordenadores o del navegador web Mozilla Firefox.


Consecuentemente, las posibilidades son casi ilimitadas. Los programadores tendrán la libertad de experimentar con nuevas formas de ajustar la respuesta de la cámara a la luz o al movimiento, añadiendo sus propios algoritmos para procesar las imágenes originales de formas novedosas.

El plan de Marc Levoy, profesor de ciencias de la computación en la citada universidad, es desarrollar y fabricar la Frankencamera como una plataforma para enriquecer el arte de la fotografía. En el joven campo de la fotografía digital, cuyas bases Levoy ayudó a sentar, los investigadores utilizan accesorios ópticos, chips de imagen, ordenadores y software para desarrollar técnicas y algoritmos que permitan hacer mejores fotos o ampliar el radio de acción de la fotografía a nuevos campos. Este trabajo, sin embargo, está confinado a los laboratorios. La Frankencamera daría a los investigadores la posibilidad de que mucha gente hiciera experimentos en sus casas, en exteriores, y en virtualmente cualquier lugar.



Más información -> Scitech News

Provenza


martes, 6 de octubre de 2009

Amsterdam


Venecia


Venecia


'Flickr' se hace papel

Extraído de Ideal.es



El grupo granadino de la red social en Internet dedicada a la fotografía muestra unaselección de sus trabajos en la sala de exposiciones del Rey Chico







'Flickr' es el nombre de una red social en Internet dedicada a la fotografía. Los aficionados y algunos profesionales 'cuelgan' sus fotos para compartirlas con otros internautas. Granada es una de las ciudades que cuenta con un mayor número de 'flickeros' en España. Las instantáneas siempre se habían mostrado de manera virtual, pero ahora gracias a la Concejalía de Juventud han dado el salto desde el espacio cibernético al papel, para habitar entre el público que acuda a la sala de exposiciones del Rey Chico, en el Centro de Arte Joven.



Los trabajos que se presentan en la muestra son fruto del concurso convocado por el grupo granadino de 'flickeros'. Al certamen se presentaron más de 250 trabajos, de los que han sido seleccionados unos noventa pertenecientes a 65 autores. Diez de las fotografías se presentan en gran formato. El jurado estuvo formado por profesionales de la imagen como Juan Antonio Palma, Patricia Díaz, José María González Molero y Ramón L. Pérez.
Antonio Casas, un 'flicker' organizador de la exposición, comentó que «lo mejor de este espacio en la red es que te permite compartir las fotografías con tus amigos y que contactas con otras personas interesadas en este arte». «Lo mejor -añadió- es que te pone en contacto con una comunidad y que se crean grupos de discusión».
Quedadas y papel
El movimiento 'Flickr' no se queda atrapado en la red, porque gracias a la web «acordamos citas y salidas para hacer fotografías». «Granada, en comparación con ciudades como Barcelona y en su justa proporción, es una de las capitales españolas en las que hay más flickeros», dijo este organizador de la muestra.
La exposición del Centro de Arte Joven les ofrece a los miembros de esta comunidad conocerse en vivo. «En este movimiento hay gente de todo tipo, desde jóvenes de quince o dieciséis años hasta profesionales de la imagen», señaló Casas. Esta misma variedad se traslada a las tendencias y estilos que se reflejan en las fotografías.
«Muchos de estos fotógrafos 'flickeros' no habían tenido la oportunidad de exponer sus trabajos hasta ahora con esta muestra», comentó Antonio Casas. 'GR-Flickr-09', título de la muestra, ofrece una amplia visión de la imagen actual en diferentes formatos y estilos. Paisajes, retratos, desnudos, «pero lo más interesantes es poder compartir los trabajos, discutir y aprender de los demás, y ver las imágenes en papel, en otro formato», comentó la concejala de Juventud, María Francés, durante la inauguración.

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